Cada día recuerdo a mis clientas la importancia y los beneficios de mantener una buena limpieza facial para nuestra piel.,Este es un paso fundamental y el primero a dar para pesumir de una piel sana.

La limpieza facial es indispensable tanto por el día como por la noche para conseguir una buena higiene, mantener nuestra piel luminosa y saludable y facilitar la penetración de los productos que nos aplicamos posteriormente. Y tenemos que saber que:

El hecho de NO reañizar una adecuada higiene provocará que la piel se vuelva insana y pierda su brillo y luminosidad natural

Podrían aparecer comedones y puntos negros y se acumularán las impurezas.

No realizar una correcta limpieza provoca el envejecimiento prematuro de nuestra piel.

Es necesario una limpieza diaria mañana y noche así como una limpieza semanal usando una buena mascarilla purificante.

Sin una piel perfectamente limpia ni los mejores tratamientos ni cremas pueden resultar efectivos.

Pensemos que nunca se nos ocurrería fregar el suelo sin antes haberlo barrido; pues lo mismo con nuestra piel y teniendo en cuenta que solo tenemos UNA.

Ahora debemos saber que la limpieza facial esencial es un cuidado básico muy necesario y preciso para decongestionar, equilibrar y oxigenar. Limpiamos y desmaquillamos nuestra piel a diario y pensamos que eso es suficiente y claro que lo es, pero solo a nivel su`perficial, pero las impurezas, la contaminación y la propia grasa que generamos obstruye los poros e impide a la piel respirar y regenerarse.

La superficie de la piel está cubierta por un manto hidrolipídico, una emulsión de agua y aceite que juega un papel fundamental en el equilibrio de la piel. Cuando este manto está intacto la piel esstá radiante, sana y fuerte; sin embargo, si está desequilibrado, se mostrará frágil or lo que se mostrará más propensa a las espinillas, dehidratación, pérdida de elasticidad y lucirá apagada, áspera y con surcos: Se producirá una sensibilización y aparecerán las rojeces por la vasodilatación.

Limitarse a desmaquillarse no es suficiente para mantener una higiene facial saludable. Cada dos o tres semanas debemos someternos a una limpieza facial total profunda, ya sea en nuestro domicilio aplicando una buena mascarilla con propiedades purificantes o en nuestro centro de belleza. Este último paso tiene inmejorables beneficios:

DESCONGESTIONA: A través de nuestra limpieza habitual conseguimos mantener nuestra piel libre de impurezas, pero esto no es demasiado duradero. Es muy recomendable que cada tres o cuatro meses, coincidiendo con los cambios de estación, nos pongamos en manos de una profesional para eliminar las impurezas en profundidad.

EQUILIBRA: El clima, el estrés, la mala alimentación y demás factores externos provocan que nuestra piel pase por épocas grasas o secas de lo más desagradable. Una buena limpieza facial ayuda a reequilibrar el manto hidrolipídico para evitar la deshidratación y proliferación de bacterias.

OXIGENA: Si tienes una piel grasa o con tendencia acneica, debes procurar someterte a una limpieza en profundidad de manera más habitual, así combatirás el exceso de sebo y, en consecuencia, la obstrucción de los poros que facilita la aparición de granitos.

OPTIMIZA TRATAMIENTOS POSTERIORES: Al eliminar residuos y células muertas facilitamos el acceso a la piel a los activos de tratamientos que aplicamos después.

¿Cómo acertar con el producto adecuado?

Partamos de la premisa de que aquellas pieles con tendencia acnéica o grasa congenial más con texturas geloides, acuosas y ligeras porque, en principio son menos pesadas y grasas y la sensación sobre la piel es más liviana. Por el contrario, las pieles secas adorarán aquellas texturas untuosas y cremosas, más densas que aportan una sensación de mayor confort a la piel.

Yo te propongo la textura con la que tu piel se sienta más confortable y sobre eso adaptar el producto limpiador más conveniente para así realizar una doble limpieza sobre todo si nos maquillamos de manera habitual. Y tú te preguntarás ¿En qué consiste este tipo de limpieza?

Se trata de un ritual de belleza que viene de Corea y ofrece unos resultados envidiables, la piel nota un antes y un después. Para realizar la doble limpieza se necesitan dos tipos productos: uno con base oleosa para desmaquillar arrastrando totalmente bases, polvos, máscara, labial, etc. y otro con base acuosa para limpiar y refrescar la piel.

Este tipo de ritual se puede realizar como he dicho, con las texturas que más gusten a nuestra piel y una o dos veces al día; por ejemplo, en mi caso la realizo sólo en mi rutina de noche porque por el día considero que, al no ir maquillada, me es suficiente con el segundo paso.

Como primer paso podemos escoger un producto de base oleosa en diferentes texturas y formatos: aceites, bálsamos, leches desmaquillantes o mantecas. Entre las bases acuosas podríamos optar por aguas micelares, geles o jabones limpiadores o mouses para acabar eliminando la polución y las células muertas.

Debemos tener en cuenta el momento que está viviendo nuestra piel así como la tendencia natural de ésta en lo que a producción de proporción agua/sebo se refiere para poder acertar con el producto y no agravar el problema, si es que lo tenemos o bien generarlo. Este paso es muy importante ya que marcará la diferencia en la afinidad del producto con nuestra piel y podemos comprobarlo realizándonos un diagnóstico facial en nuestro centro de belleza. Debemos ser conscientes de que los aceites pueden ser nuestros mejores aliados a la hora de arrastrar el maquillaje por su poder de arrastre y sus mínimas reacciones de irritación; pero no todos nos valen para todos los tipos de pieles. Por ejemplo, si tenemos una piel gasa o que produce granitos debemos asegurarnos de que el aceite no sea comedogénico como el aceite de coco fraccionado, jojoba, marula, argán. Si, por el contrario, nuestra piel es seca o normal podemos usar aceites con alto valor comedogénico como el de almendras dulces o de coco sin nada que temer.

¿Sabes qué textura es la mejor para tu limpieza? ¿Te apetece saber el momento de tu piel y cómo llevar a cabo tu rutina de limpieza facial? Consúltame y te asesoro.